Se basan en un cristal sujeto por una base metálica. El cristal está cubierto de sensores similares a los que existen en un trackpad clásico y es capaz de detectar dónde exactamente estás tocando en la superficie.
En la base metálica se encuentra además una pequeña cámara que va captando los movimientos que realizas con tus manos sobre el teclado y el ratón. Ambos sensores forman un sistema lo bastante eficaz como para detectar de forma fiable las pulsaciones que realices.
stán diseñados por la empresa Giddins Product en forma de proyecto
‘Kickstarter’, esto significa que ellos tienen la idea pero no tienen
los fondos necesarios para llevarla a cabo. Asà que si lo ves lo
suficientemente interesante puedes invertir en ello y obtener a cambio
unas unidades cuando se fabriquen. En caso de llevar el proyecto con
éxito tienen previsto venderlos por unos precios nada baratos, unos 120
euros el ratón y 300 euros el teclado
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